Las herramientas digitales mantienen a flote al sector comercio
Nunca antes el branding, el factor humano y los contenidos realmente útiles tomaron tanta relevancia como en los tiempos complicados que vivimos a causa de la pandemia alrededor del mundo. La captura de más leads (clientes) y su consecuente aumento de ventas ha transformado la forma en que valoramos la aplicación de las redes sociales como estrategia para informar, atraer, persuadir y crear un ambiente de comunidad con clientes potenciales.
El social selling (venta social) es mucho más que un proceso de venta. Estamos construyendo la personalidad de una marca para que tenga la capacidad de capturar un cliente, satisfacer sus necesidades y fidelizarlo a través de una toma de decisiones práctica e inteligente.
Contrario al impulso de ser “masivos” en redes sociales; el social selling debe funcionar como una venta B2B y aportar valor para solucionar los problemas de los clientes. No es suficiente con programar publicaciones semanales, crear diseños bonitos o bombardear a tus leads de ofertas y promociones. La venta social debe crear, dar seguimiento y tomarse el tiempo de escuchar, comprender y responder las inquietudes del público, pues encontrar a las personas adecuadas toma tiempo.
Así las cosas, mientras nuestros restaurantes, tiendas y comercios en general deben permanecer cerrados, las estrategias de marketing digital vienen a reforzar el ruido publicitario que toda marca necesita para mantener el éxito, y en estos tiempos de pandemia su aumento ha sido considerable, funcionando como la herramienta más valiosa para mantener una conexión con los clientes. No debemos olvidar que las ventas se fundamentan de la confianza y a través de ella fortalecemos las relaciones a largo plazo.